El rasgo diferenciador del gerenciamiento es la responsabilidad focalizada. El equipo gerenciador concentra, planifica y distribuye todas las acciones a desarrollar en el ciclo de vida de un proyecto, implica contemplar no sólo los aspectos de coordinación de las distintas áreas y técnicas: suma a las responsabilidades los roles que hoy entendemos como dirección de obra y todas aquellas otras cuestiones que relacionen y faciliten al proyecto con sus distintos actores.
Convierte una actividad técnica como la dirección de obra orientada al producto final en un proceso interactivo que involucra a todos los actores, desde la constitución de la idea, hasta la puesta en régimen del proyecto terminado: esto es producto consumado desde su concepción hasta su funcionamiento.